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jueves, febrero 01, 2007

Mal de amor (1)


Cuando el amor parece terminarse... Es una frase muy común, que seguramente todos hemos escuchado en rupturas y separaciones de novelas, comedias románticas o, ¿por qué no?, en la historia de un amigo: “creo que no te quiero más”. Pero el problema comienza cuando nos pasa a nosotros. ¿Qué hacer?

Muchas veces los lugares comunes tienen un gran fundamento en la realidad. Puede parecernos que no, que esto es algo bastante tonto, pero la vida nos demuestra que es así.
Muchas de esas frases que aparecen habitualmente en los lugares menos pensados y sobre las que se hacen millones de chistes (“No eres tu, soy yo”, “Prefiero que solo seamos amigos”, “Tengo miedo de arruinar una hermosa amistad”, y cientos de otras que seguramente se nos están apareciendo en la cabeza en este mismo instante) no son simplemente un lugar común, sino que tienen sustento en situaciones que realmente aparecen en la vida de pareja.

Muchos de nosotros seguramente ya hemos pasado por una de ellas, ya hemos escuchado a la persona con la que estamos decírnosla y sabemos que en el momento en que se dicen no son para nada tan graciosas como cuando es un comediante en la televisión o en un espectáculo en un teatro.

Aquí vamos a concentrarnos en una de esas frases, una de las más populares y que más pueden dolernos cuando es dicha, especialmente cuando sucede en una relación que ya lleva un largo tiempo en nuestras vidas y que repentinamente parece acabarse con la tan temida “Creo que ya no te quiero más”.

Ahora bien, ¿significa esto realmente que ya el amor se ha ido, que ya no hay ninguna oportunidad para que las cosas retomen el cauce que, al menos para nosotros, era el normal y del que nunca habríamos pensado que se podía “escapar”?
¿Es el equivalente, por decirlo de alguna manera, a la bandera a cuadros para una relación? ¿Es posible que una vez que se la ha dicho ya no haya forma de volver atrás? ¿Está todo perdido?
Bueno, justamente de ese tema nos ocuparemos a lo largo de esta nota. Veremos un poco cómo es que se llega a esta situación, cómo es posible que reaccionemos, qué motivos puede haber detrás de la frase y cuáles son las mejores maneras de tratar con la persona que nos dice esto.

También veremos si hay posibilidades de evitar el desastre (si es que deseamos hacerlo) y cuáles son algunas de las mejores y más eficientes maneras de lograr que no todo se termine por un simple lugar común.

Rupturas luego de una larga relación...

Antes de comenzar vamos a aclarar que la mayor parte de lo que diremos a partir de este momento esta pensado sobre la idea de que esta situación de la que vamos a hablar se presenta en una pareja que ya ha tenido una relación importante funcionando durante un largo tiempo.
Es una pareja estable que ha estado junta durante un periodo importante de sus vidas. Esto no quiere decir que no se pueda (o deba) aplicar también a parejas que tienen una relación de menor rodaje o que se conocen hace poco tiempo.

Depende mucho de las personas que componen la pareja, del tipo de relación que tienen, de cuanto se conocen y se comunican. Pero la mayor parte de los consejos y las ideas que acá se pueden encontrar realmente están pensadas y analizadas desde el punto de visa de la pareja de largo plazo.

Para empezar, tenemos que preguntarnos qué es lo que está sucediendo en una pareja para que se produzca una situación de este tipo.
O, mejor aún, lo primero que deberíamos pensar es, para no entrar en pánico, qué es lo que sucede en una pareja cuando alguien se encuentra en un estado de ánimo tal que puede plantearse seriamente la posibilidad de expresar sus sentimientos a través de la tan temida frase de la que estamos hablando.

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