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lunes, febrero 19, 2007

Pancreatitis

enfermedades del hombre pancreatitis

El páncreas es una glándula que se encuentra en el abdomen, por detrás del estomago.

Esta glándula se considera que tiene funciones tanto exocrinas como endocrinas, esto es su función exocrina es secretar sustancias hacia el intestino delgado ( duodeno) para ayudar a la digestión de determinados alimentos, su función endocrina es por medio de liberación de hormonas a la sangre entre las cuales las mas importantes son insulina ( hormona que ayuda al metabolismo de la glucosa "azúcar", que esta sea utilizada por las células) y glucagon ( hormona que ayuda a la formación de glucosa en la sangre, cuando disminuyen por su utilización). Por esto al páncreas se le considera que es una glándula mixta.

La pancreatitis es una inflamación de la glándula ocasionada por el escape de enzimas pancreáticas las cuales en condiciones normales son liberadas y no dañan al páncreas pero cuando estas se activan tienden a dañar la estructura de esta glándula, ocasionando lesión a la misma.

Las causas de la pancreatitis pueden ser varias entre las cuales destacan las enfermedades que afectan a la vesícula biliar como son el caso de que existan piedras en esta (sobre todo en mujeres) y en aquellas personas que son alcohólicas, (sobre todo hombres).

Los síntomas de la pancreatitis son: dolor en el abdomen, de comienzo repentino, el cual empeora al caminar o al acostarse y mejora al sentarse o inclinarse hacia adelante y el dolor suele irradiarse hacia la espalda, se presenta nausea y vomito, debilidad, puede existir un antecedente de que la persona consumió alcohol antes del dolor.

El diagnostico se realiza a nivel hospitalario, consiste en obtener datos de laboratorio en el cual se estudia una sustancia que es la lipasa pancreática la cual se eleva hasta tres veces su valor normal, al igual que se toman muestras de sangre para realizar determinaciones de otras sustancias de importancia como son: los niveles de glucosa, nitrógeno ureico sanguíneo, fosfatasa alcalina, y pruebas de coagulación. Es de utilidad tomar una radiografía simple de abdomen para ayudar al diagnostico.

El tratamiento consiste en reposo del paciente, administración de analgésicos, evitar que se utilice la vía oral, esto con el fin de lograr que el páncreas este en reposo funcional, se administran líquidos de forma parenteral a través de la vena, lo normal es que el cuadro de pancreatitis remita en un promedio de 3 a 7 días.

Entre las complicaciones de una pancreatitis puede ser que el paciente tenga durante algún tiempo diabetes mellitus.

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miércoles, febrero 14, 2007

La diabetes

Hoy quiero hablaros de una enfermedad que padecemos una gran mayoría de personas en el mundo, solo son unas pinceladas ya que el tema es bastante grande y en próximos posts hablaré de nuevo de la diabetes tipo I y de la diabetes tipo II.

La diabetes mellitus aparece como resultado de problemas en la producción o suministro de insulina por parte del organismo. Esta hormona es fabricada por el páncreas y capacita a las células para obtener la glucosa de la sangre y utilizarla en la producción de energía. Cuando una persona tiene diabetes, o bien su páncreas no produce la insulina necesaria (diabetes tipo 1), o su organismo no es capaz de utilizar de modo eficaz la insulina que produce (diabetes tipo 2).

Por esta razón, los diabéticos no pueden procesar la glucosa del mismo modo que quienes carecen de esta afección y esto conlleva a menudo un aumento de glucosa en sangre. Esta alta concentración de glucosa o "alto nivel de azúcar en sangre" (hiperglucemia) puede provocar complicaciones a corto y largo plazo, muchas de las cuales, si no se previenen y no se tratan, pueden ser fatales.

Entre sus efectos a corto plazo se encuentran: la cetoacidosis - un desorden metabólico consecuencia de los altos niveles de azúcar y cetonas en sangre, que puede provocar un coma y, si no se trata, ser fatal-; las infecciones recurrentes, y pérdida de peso.

Cuando no se controla, la diabetes puede producir graves complicaciones a largo plazo, entre ellas las enfermedades oculares, que pueden desembocar en ceguera; las nefropatías (lesiones renales), que pueden tener como resultado un fallo total de los riñones; las neuropatías (lesiones nerviosas), que, en combinación con los problemas de circulación sanguínea, pueden producir úlceras de las piernas y de los pies y también gangrena; y las enfermedades cardiovasculares, que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos.

El aumento del sedentarismo, mejores condiciones de vida, falta de ejercicios y obesidad incrementan progresivamente esta afección.
Esta altamente comprobado que el control es el elemento fundamental para vivir con la diabetes, y en lo importante de la educación del paciente y sus familiares para lograrlo.

Los factores que favorecen padecerla son, entre otros, el ser familiar en primer grado de un diabético conocido, haber sido madre de un bebé grande o haber sido un bebé muy grande al nacer, tener más de 45 años de edad, ser obeso y tener la presión arterial elevada. También aumentan el riesgo el hábito de fumar, el consumo de alcohol y el abuso de carbohidratos en la dieta.

Mensajes que debemos recordar: la diabetes es crónica, no se cura, pero se controla, y la persona puede vivir normalmente con su enfermedad. Y quienes tienen factores de riesgo, deben estar atentos ante síntomas que puedan indicar la aparición: tener sed y micciones frecuentes, cansancio extremo y apetito constante, pérdida de peso repentina, entre otros.

viernes, febrero 09, 2007

La depresión



¿Te sientes de bajo ánimo y sin esperanza?

¿Has perdido interés en los actividades?

¿Han cambiado tu apetito o la cantidad de tiempo que duermes?

¿Te sientes que te falta energía?

¿Has pensado en la muerte o el suicidio?

Si sientes que estas preguntas describe como te sientes, puede ser que estés sufriendo de depresión.

¿Qué es la depresión?

La depresión es un problema que afecta a como una persona siente, piensa, y funciona. La persona con depresión tiene una tristeza persistente, le falta esperanza, no encuentra placer en la vida, y no tiene energía para participar en los actividades. También puede sentirse muy sola y frustrada con su situación. La depresión afecta a como la persona siente y piensa de si misma, de la vida, y del futuro.

Síntomas.

Llora mucho.
Disminuye el deseo sexual.
Sentimiento de culpabilidad.
Sentirse sin ayuda ni esperanza.
Emocionalmente distante de amigos y familiares.
Disminuye el interés en su apariencia y higiene.
No cumple con sus responsabilidades.
Menos habilidad de lidiar con problemas.
Irritable.
Comer demasiado o no lo suficiente.
Duerme demasiado o tiene insomnio.
Dolores físicos y baja energía .

La depresión es diferente a la tristeza porque no se alivia con el tiempo. Tampoco es una reflexión de debilidad o vagancia. Sin tratamiento, una depresión puede durar meses o años.

¿Qué causa la depresión?

Las influencias pueden ser varias: genética, un desequilibrio bioquímico, una enfermedad crónica, adicción a drogas o alcohol, o simplemente volverse estacional. Situaciones como la muerte de un ser querido, la terminación de una relación, la perdida del trabajo, el cambio de vivienda, etc...pueden causar una depresión.

¿Cual es el tratamiento?

Psicoterapia.

Aunque la psicoterapia puede ayudar a que la persona salga de su depresión, muchas personas sienten recelo a conversar con un/a psicólogo/a por razones de miedo o desconfianza. La psicoterapia ayuda a la persona a identificar las causas de la depresión y encontrar formas de lidiar con los problemas. A veces, uno necesitará incluir medicaciones para disminuir la depresión.

Ayúdate.

Si uno no quiere asistir a terapia, también puede intentar salir de la depresión haciendo cambios en su vida:

Hacer ejercicio, (pero no compulsivo).
Comer sano.
Meditar.
Mantener un grupo de apoyo, no estar sola.

No esperar demasiado de uno mismo o poner metas muy grandes porque ese puede aumentar la sensación de fracaso si las cosas no salen como esperas.
Desahogarse en alguna forma sana.
Evitar el alcohol y las drogas.

jueves, febrero 01, 2007

Mal de amor (3)



¿ Está todo perdido?, son muy pocos los casos en que esto realmente pasa. En la mayor parte de las ocasiones hay cosas que se pueden hacer para que no todo esté perdido.

Si esto es lo que sucede en nuestra pareja, si existe un amor por el que valga la pena hacer el esfuerzo, entonces lo mejor es que tratemos de entender qué es lo que realmente esta pasando en la relación y no llegar a conclusiones equivocadas que pueden arruinar tontamente algo que en circunstancias normales puede llegar a ser uno de los grandes motivos de felicidad de nuestra vida.

Y un factor que es clave para entender y actuar de acuerdo a la situación, y de lo que hablaremos a continuación, es el amor propio, la autoestima.

Muchas veces el desenamoramiento (una palabra que podría describir esto perfectamente, aun siendo una pequeña licencia lingüística) suele tener como base un motivo muy distinto y mucho más personal de lo que a simple vista puede parecer.

La realidad nos demuestra que cuando una pareja empieza a sentir estos síntomas, muchas veces no se debe a aburrimiento o molestias por algo que hace o dice el otro (como podríamos pensar en un primer momento y sin haber hecho un análisis demasiado profundo), sino que el problema esta en la falta de autoestima.

¿Por qué decimos esto? ¿Qué mecanismos actúan?

Lo que sucede es que cuando estamos sintiéndonos deprimidos o un poco mal por algún motivo tendemos a esperar que la otra parte de la pareja dé mucho más de sí, exigimos y pedimos más de ella, esperamos que puedan hacernos las cosas mejores simplemente con su presencia, queremos ser el centro de su mundo y ser lo más importante.

Es la forma en que combatimos al menos en parte esta sensación de que no estamos logrando hacer todo lo que podríamos hacer y de que no somos lo suficientemente buenos.
Y, por supuesto, también nos sucede en estos casos que nada de lo que la otra persona haga o diga va a ser suficiente, siempre deseamos un poco más y nos parece que no estamos obteniendo todo lo que nos merecemos.

Tomando en cuenta esto, también seguramente terminaremos sintiendo que nuestra pareja ya no está haciendo las cosas tan bien como antes, que antes nos ofrecía una mayor cantidad de apoyo, amor, comprensión o lo que sea; que su respuesta a nuestras necesidades no son tan poderosas como solían serlo.

Y esto se debe a que comparamos el momento en que nos sentíamos bien con este momento en que nos sentimos mal. Por supuesto, todo palidece cuando estamos en un mal momento y lo que hacemos con la persona que amamos no puede escapar a esta regla.
Comenzamos a hacer listas de lo que nos hacia felices antes y no podemos encontrar ahora. Nos parece que se nos está dando mucho menos. Queremos que nuestra pareja nos haga felices, que nos saque del mal momento en que estamos y le echamos la culpa cuando no puede hacerlo.
Como una gran parte de esto se debe a nuestros problemas internos (y no a problemas que se refieren estrictamente a la relación de pareja) y no a un reflejo verdadero de lo que esté pasando en el mundo verdadero, este tipo de actitud y estos “juegos mentales” que jugamos con nosotros mismos sólo pueden hacer que todo sea peor.

Cuando estamos con nuestra autoestima tan baja, cuando no podemos querernos a nosotros mismos (recurriendo en este momento a otra vieja frase hecha) nadie más puede hacerlo.

O, mejor dicho, y para demostrar que no todo es exactamente como se lo dice, cuando no podemos amarnos a nosotros mismos no podemos darnos cuenta de que hay otras personas que si pueden amarnos.

Nos parece que es algo imposible. Y esto genera toda una serie de conflictos que llevan a este desamor del que hemos estado hablando.
La verdad es que la única persona que puede hacer que nos sintamos mejor es la misma persona que sufre el problema: nosotros mismos.

Es el momento en que necesitamos tomarnos un tiempo para nosotros mismos, para poder sentirnos más cómodos y menos deprimidos. Lentamente podemos llegar a enfocarnos nuevamente en el amor y el apoyo que podemos darnos a nosotros mismos, en todo lo bueno que tenemos, tanto en nosotros mismos como a nuestro alrededor.

Podemos llegar a encontrar nuevamente nuestro centro, nuestro equilibrio, el punto medio donde somos totalmente nosotros, conectarnos y sentirnos mejor.
A nuestro ritmo hacemos lo que queremos, todo aquello que deseamos y a través de eso podemos llegar a sentirnos realmente contentos nuevamente con nosotros mismos.

Mal de amor (2)


¿Es este el final de la pareja?

Saquémonos esa idea de la cabeza. De ninguna forma es un final imposible de evitar para una relación. No todo está perdido en el mismo momento en que una parte de la pareja empieza a sentir que ya el amor que sentía no es tan fuerte como solía serlo.

Todavía hay cosas que se pueden hacer.
¿Cuál es la reacción más lógica cuando esta postura de nuestra pareja aparece? ¿Cómo es que tenemos (o podemos) reaccionar?

En realidad, como sucede con la mayor parte de las cosas que se relacionan con los seres humanos y la forma en que estos se relacionan con los demás, no es una cuestión de obligación de tomar una actitud determinada, sino que lo haremos de la forma en que podamos.

Cada persona es distinta (así como lo es cada pareja) y las mismas reacciones no pueden aplicarse a dos personas distintas. No hay una forma correcta de reaccionar, sino que esta depende de las miles de variables que conforman tanto la personalidad como las características de las dos partes que conforman la pareja.

Teniendo en cuenta esto, la verdad es que no hay sólo una forma en que podemos actuar.
Entrar en pánico, llorar, irse de la casa, explotar, empezar una discusión, tener una tranquila charla, pedir que nuestro compañero la corte con la pavada o que decida en el momento si todavía hay amor o no, son algunas de las cosas que se nos ocurren que podrían pasársenos por la cabeza en el momento.

Probablemente sentiremos que sólo una es la correcta, pero luego con un poco de pensamiento lógico también analizaremos las otras. Hay que tener cuidado con cuál se elige y cómo se lleva a cabo. Siempre la tranquilidad es una buena consejera.

Pero esto no es lo que nos interesa en este momento.
La autoestima también cuenta
Lo que realmente nos interesa es ver cuáles son los motivos principales por los que esto puede estar pasando. Puede ser que realmente haya una falta de amor entre las partes de la pareja.
Si este es el caso, seguramente nos daremos cuenta. Es casi imposible no verlo, no sentirlo. Cuando no hay amor es muy difícil no percibirlo. Se nota en cientos de pequeños detalles.

Por supuesto, si este es el caso, si realmente nos damos cuenta de que no existe amor en la relación, entonces la verdad es que estamos hablando de un caso bastante particular (si la pareja es estable y ha estado junta durante un largo tiempo, es porque algo de amor tiene que haber existido y es muy difícil que haya desaparecido totalmente) en el que probablemente no tengamos demasiado que hacer al respecto.

No tiene sentido luchar por salvar una relación sin la cual probablemente ambas partes estarían mejor. No hay nada que salvar, así que la famosa frase de la que estamos hablando puede resultar ser simplemente una liberación.

Mal de amor (1)


Cuando el amor parece terminarse... Es una frase muy común, que seguramente todos hemos escuchado en rupturas y separaciones de novelas, comedias románticas o, ¿por qué no?, en la historia de un amigo: “creo que no te quiero más”. Pero el problema comienza cuando nos pasa a nosotros. ¿Qué hacer?

Muchas veces los lugares comunes tienen un gran fundamento en la realidad. Puede parecernos que no, que esto es algo bastante tonto, pero la vida nos demuestra que es así.
Muchas de esas frases que aparecen habitualmente en los lugares menos pensados y sobre las que se hacen millones de chistes (“No eres tu, soy yo”, “Prefiero que solo seamos amigos”, “Tengo miedo de arruinar una hermosa amistad”, y cientos de otras que seguramente se nos están apareciendo en la cabeza en este mismo instante) no son simplemente un lugar común, sino que tienen sustento en situaciones que realmente aparecen en la vida de pareja.

Muchos de nosotros seguramente ya hemos pasado por una de ellas, ya hemos escuchado a la persona con la que estamos decírnosla y sabemos que en el momento en que se dicen no son para nada tan graciosas como cuando es un comediante en la televisión o en un espectáculo en un teatro.

Aquí vamos a concentrarnos en una de esas frases, una de las más populares y que más pueden dolernos cuando es dicha, especialmente cuando sucede en una relación que ya lleva un largo tiempo en nuestras vidas y que repentinamente parece acabarse con la tan temida “Creo que ya no te quiero más”.

Ahora bien, ¿significa esto realmente que ya el amor se ha ido, que ya no hay ninguna oportunidad para que las cosas retomen el cauce que, al menos para nosotros, era el normal y del que nunca habríamos pensado que se podía “escapar”?
¿Es el equivalente, por decirlo de alguna manera, a la bandera a cuadros para una relación? ¿Es posible que una vez que se la ha dicho ya no haya forma de volver atrás? ¿Está todo perdido?
Bueno, justamente de ese tema nos ocuparemos a lo largo de esta nota. Veremos un poco cómo es que se llega a esta situación, cómo es posible que reaccionemos, qué motivos puede haber detrás de la frase y cuáles son las mejores maneras de tratar con la persona que nos dice esto.

También veremos si hay posibilidades de evitar el desastre (si es que deseamos hacerlo) y cuáles son algunas de las mejores y más eficientes maneras de lograr que no todo se termine por un simple lugar común.

Rupturas luego de una larga relación...

Antes de comenzar vamos a aclarar que la mayor parte de lo que diremos a partir de este momento esta pensado sobre la idea de que esta situación de la que vamos a hablar se presenta en una pareja que ya ha tenido una relación importante funcionando durante un largo tiempo.
Es una pareja estable que ha estado junta durante un periodo importante de sus vidas. Esto no quiere decir que no se pueda (o deba) aplicar también a parejas que tienen una relación de menor rodaje o que se conocen hace poco tiempo.

Depende mucho de las personas que componen la pareja, del tipo de relación que tienen, de cuanto se conocen y se comunican. Pero la mayor parte de los consejos y las ideas que acá se pueden encontrar realmente están pensadas y analizadas desde el punto de visa de la pareja de largo plazo.

Para empezar, tenemos que preguntarnos qué es lo que está sucediendo en una pareja para que se produzca una situación de este tipo.
O, mejor aún, lo primero que deberíamos pensar es, para no entrar en pánico, qué es lo que sucede en una pareja cuando alguien se encuentra en un estado de ánimo tal que puede plantearse seriamente la posibilidad de expresar sus sentimientos a través de la tan temida frase de la que estamos hablando.

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